Elisabetta y Tachis, decidieron concentrar muchos de sus esfuerzos en Morellino. Una antigua variedad toscana cultivada ya por los etruscos que no es otra que la Sangiovese, llamada Morellino en referencia al caballo de los granjeros de la Maremma. Orgullosa e indomable, como vino de Maremma. El objetivo de Elisabetta era llevar a Morellino a su máxima expresión, teniendo la clara sensación de que ese pequeño vino tenía algo dentro, que valía la pena contar fuera de las fronteras de la Maremma.
Después de algunas cosechas dedicadas a pequeñas producciones, todo se acelera cuando Elisabetta, después de fallecer Fredi, se hace cargo por completo de la bodega. Al salir de las aulas universitarias, se dedicó a tiempo completo a las viñas, el vino y la creación de nuevos vinos con el apoyo incondicional técnico de Giacomo Tachis, inaugurando una importante temporada de vinos deliciosos, refinados, excelentes, y extremadamente agradables.
Es en este momento, con la pasión como estandarte, que la bodega familiar comienza a crecer, lo que gradualmente se convierte en una bodega de alto nivel. Pero Elisabetta, fortalecida por su intuición innata, albergaba un fuerte deseo de descubrir, en el campo de la viticultura de calidad, todo el potencial inexpresado de ese campo tan amado, creando un gran vino de Maremma que demostraría toda la vocación de este maravilloso terroir.
Mientras tanto, Tachis apreciaba cada vez más la calidad de este Maremma Cabernet Sauvignon y le aconsejó a Elisabetta que le prestara suma atención, por lo que con la cosecha de 1987 nacieron las primeras tres mil botellas de Saffredi, vino que se convertirá en el icónico de Le Pupille. Un complejo Cabernet Sauvignon en pureza que Elisabetta inmediatamente decide dedicar a Fredi, su mentor en el mundo del vino y abuelo de 2 de sus 5 hijos.
Gracias a Saffredi, que se impone inmediatamente a la atención de los expertos, la excelencia de Maremma, comienza a ser conocida mucho más allá de sus fronteras. Este gran supertuscan fue puro Cabernet Sauvignon para las primeras cuatro cosechas (1987, 1988, 1989 y 1990), luego, a partir de 1991, también se agregaron las uvas del nuevo viñedo plantado en 1985 y hoy se ha convertido una mezcla de 60% Cabernet Sauvignon, 30% Merlot y 10% Petit Verdot.
Mientras tanto, después de años de mucho trabajo para la mejora de los viñedos sumado a su vocación vitivinícola, Elisabetta Geppetti será la primera mujer presidente de un Consorcio. En 1992 toma las riendas del recién establecido Consorcio de Morellino di Scansano en un momento delicado. Tener que identificar las pautas de la política vitivinícola local, así como garantizar la calidad de los productos y su visibilidad en el mercado.
Le Pupille se ha convertido en una de las realidades productivas más importantes de la denominación, una bodega capaz de expresar, año tras año, vinos con una fuerte adhesión territorial, sorprendentes y elegantes.
Después de haber trabajado mano a mano con el prestigioso enólogo Giacomo Tachis, Elisabetta se rodeó de los mejores. A partir del 2000 y hasta el 2011, conto con el asesoramiento de famoso enólogo francés Christian Le- Sommer, Consultor de Château Latour. Hoy día cuenta con el apoyo de dos de sus 5 hijos, Clara y Ettore quienes están encargados de áreas especificas en la bodega y Luca D´Attoma, otro gran enólogo de Italia, quien asesora a Le Pupille.