Un encuentro imposible si no se contase con la tecnología de hoy en día. Separados por todo un continente. Unidos por la misma loca pasión que caracteriza a los amantes de la Vid.

Una hermandad que nació por accidente. Un correo electrónico destinado para alguien más… Un llamado telefónico que concibió un viaje para conocerse personalmente.

Compartir varios días entre risas, vinos y charlas que llevaron a que esos dos desconocidos, se dieran cuenta, que tenían mucho en común.

Este proyecto iniciado allá por el año 2014, pero que se consolidó en el año 2017, cuando Enzo y Alejandro deciden entrar en sociedad, impulsados por la idea de explorar y traer a la Argentina vinos de regiones únicas y remotas, que cuentan una historia, vinos de calidad insuperable. Y Cumplir así, un sueño en común: fundar una importadora de vinos y bebidas espirituosas.